CUESTIÓN DE FE

El mundo católico recibió el 19 de diciembre pasado una importante noticia. El Papa Benedicto XVI proclamó "venerables" a dos personas muy importantes en la historia reciente de la Iglesia Católica: J...

| Paulina Respaldiza Paulina Respaldiza
El mundo católico recibió el 19 de diciembre pasado una importante noticia. El Papa Benedicto XVI proclamó "venerables" a dos personas muy importantes en la historia reciente de la Iglesia Católica: Juan Pablo II y Pío XII, mediante la firma de un decreto que reconoce sus "virtudes heroicas". Así, Pío XII, quien fuera Papa de 1939 a 1958, y Juan Pablo II, de 1978 a 2005, se aproximan a la beatificación; un paso más en el camino a la canonización. En el ámbito nacional, en tanto, la noticia que acapara los titulares de todos los medios de comunicación es la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El 17 de enero de 2010, millones de chilenos deberán dirigirse nuevamente a las urnas para elegir al presidente de nuestro país. Las alternativas: Sebastián Piñera (centro -derecha) y Eduardo Frei (centro - izquierda), que defienden un concepto de sociedad diferente. ¿Qué tienen en común estas dos noticias tan dispares? A mi juicio, simplemente una cuestión de fe. Sí, los católicos del mundo tenemos fe, creemos que los santos son modelos de vida e intermediarios entre nosotros y Dios. Por otra parte, al escoger entre dos candidatos, cada chileno hace un acto de fe: cree que esa persona representará mejor sus intereses personales y los del país; cree en sus palabras, cree -o al menos quiere creer"- que sus promesas se harán realidad. Ahora cabe preguntarse, qué es la fe. Sin duda se trata de un concepto abstracto de difícil definición. La fe es un término propio de la religión que refiere al acto de creer ciegamente en algo, ya sea en una deidad o en un conjunto de asuntos propios de ese culto. La fe hace que aquello en lo que uno cree adopte el carácter de verdadero, aun sin ser comprobado. La fe puede comprenderse, también, como aquella actitud -que incluye tanto voluntad como intelecto- de totalidad del ser, que se dirige a algo divino o a una entidad suprema. En forma más específica, la religión Católica incluye la fe entre las tres virtudes teologales con que la Iglesia asiente la revelación de Dios, colocándola incluso en el primer lugar. Una definición de fe es posible encontrar en la Biblia, en Hebreos 11:1, y dice lo siguiente: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". La fe es un acto humano. Aunque sea un acto que se realiza gracias a un don sobrenatural. «Creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las verdades por Él reveladas» (Catecismo, 154). En la fe, la inteligencia y la voluntad cooperan con la gracia divina: «Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia». (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae). Más allá del ámbito religioso, la fe está presente en el desarrollo y actuar de todos los seres humanos. Desde cierto punto de vista no podríamos funcionar en el mundo sin la fe o convicción sobre el orden y desarrollo de las cosas, aunque en la mayoría de los casos no contemos con las pruebas ni los conocimientos como para probarlo científicamente. Sencillamente creemos en ello. Hoy el mundo necesita con urgencia hombres de fe. Sin fe, sin la intención de creer en la bondad del ser humano, en el amor, en la paz, en la caridad, en la fidelidad, en la libertad.... no hay esperanza. Yo tengo fe, yo creo, yo tengo fe en Dios y en el hombre. Paulina Respaldiza Chicharro
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