Por el humor de Dios

Los cristianos tenemos un problema: nos cuesta reírnos de cosas que tienen que ver con la fe, y de esta situación surge una pregunta. ¿Es bueno o malo reírnos de la religión?

Sábado 13 de junio de 2015 | P. Enrique José Grez

Necesito ayuda. No soy sanguíneo, y por lo mismo en mi vida se hace necesario el humor tanto como el amor. Aquellos que con agudeza captan las situaciones simpáticas escondidas en la vida cotidiana, los que te sorprenden con un disfraz o un trabalenguas, son la alegría que me quiebran los reproches y amarguras, sobre todo los rollos.

Mi abuela me habla a menudo del humor del Señor, de las veces que ha descubierto en la Biblia situaciones en las que parece que Jesús se toma con tremenda liviandad algunas cosas que en un principio parecen cototudas, ocasiones en las que parece que se toma “con andina” las críticas y los problemas.

Pero como cristianos tenemos un problema… Nos cuesta reírnos de las cosas que tienen que ver con la fe. Y sí… no es buena idea reírnos del Señor. Si no que le pregunten a los niños que se mofaron del profeta Eliseo. Un premio para el que responda el macabro acertijo. No, no es para reírse.

Sin embargo aquellos con los que compartimos ese y otros seriotes relatos del Antiguo Testamento, tienen el don de desarrollar toda una cultura del humor respecto de su vida de fe, los judíos. Quizás desconocido para nosotros por no estar en nuestra esfera cultural, son unos verdaderos campeones de la risa, cuestión que está hasta instalada en las fiestas religiosas familiares. ¿Cuál será el secreto? En corto es que no se ríen de Dios sino de ellos mismos, y quizás eso es lo que más falta me hace cuando al principio me refería al humor de Dios. Qué bien nos hace el tomarnos la rutina con un poco de distancia, los problemas con un juego de palabras, cuando reírnos de nosotros mismos, es que hemos ganado libertad y podemos dejar a Dios ser Dios.

Otro ejemplo notable es el de las anécdotas de la vida de Santa Teresa y de tantos otros santos, entre los que se destaca por sobre todos San Felipe Neri. Muestran cómo en el proceso de caminar hacia el Señor no sólo no está demás la sonrisa, es necesaria para lograrlo.

Ejemplos de humor mal ejecutado en temas religiosos hay también muchos. Por oposición se trata de cuando nos reímos del otro, faltándole el respeto. Este es el lugar del episodio de Eliseo, pero pienso que en la actualidad y con más o menos dramatismo también se da. Es el caso cercano de “Las Iluminadas” en las que se burlaron los valores de cristianos, y el más globalizado asunto de Charly Hebdo, con las tremendas consecuencias que conocemos. No es que no haya derecho a hacerlo, se trata de que atendamos si con nuestro humor enaltecemos y acogemos o no.

Nicanor Parra ha trabajado la poesía en todo su espectro y no ha dejado de lado una de sus ramas más fecundas, la poesía religiosa. A ella la trata con las mismas armas que a las otras, una irreverencia inteligente y un acceso lateral que no derriba pero zarandea. Le he leído de todo, a veces me irrita, otras desconcierta con verdaderas críticas proféticas. No pocas veces me hace reír de buena gana con sus antipoemas religiosos, cuando con su tono ladino y su brillantez lírica hace ver nuestra pequeñez de humanos y la cercanía de un Dios vecino.

No sé si estos criterios nos sirven para acercarnos al “humor de Dios” del caricaturista Montt, o a las divertidísimas crónicas de Nieves Concostrina sobre los muertos y su destino. ¿De qué nos reímos cuando nos acercamos a ellos?

Quizás me he puesto muy serio en el transcurso de estas letras… ya me pasé de rosca otra vez, y por eso repito: necesito ayuda. A ver si a alguien se le ocurre como seguir buscando la sonrisa y la sana picardía en medio de nuestra fe.

Comentarios
Total comentarios: 1
16/06/2015 - 16:16:24  
Escribio Chesterton como apologetica para aquellos que decian que el Evangelio es triste y sin humor respondiendo que el Evangelio es desde el comienzo al fin "una sonora carcajada".
No se refiere tanto al chiste o broma sino a la actitud de alegria Cristiana. El humor como la magnanimidad es una gracia de Dios. Se trata de oprtunas expresiones de libertad interior. En USA la mayoria de los sermones comienzan provocando una risa en la asamblea. Parece que los latinos somos mas acartonados...y el chiste se asoma a lo "pachotero".
El Evangelio trae una dialogo del Bautista con los fariseos para corregirlos usando un juego de palabras Hijos de Abrahann suena como "de estas piedras puede hacer Dios hijos de Abraham .. Bran, bran bran bran,
No hay nada que forme mas la comunidad que compartir anecdotas alegres.
Si alguien no se toma tan en serio ,espontaneamnete va enconrtar palabras que haran reir.
Test: Cuando fue la ultima vez que me rei de verdad?

John Hitchman
USA
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